Kunta K estrena este viernes 14 de noviembre "The Hustler 2030", un álbum de catorce canciones que traza un recorrido personal y colectivo desde la calle hasta la afirmación propia. El disco no busca exhibición ni épica: su fuerza reside en la voz directa, el detalle concreto y la manera en que el relato se sostiene sin adornos. Aquí no hay personajes ficticios ni aspiraciones impostadas; lo que aparece es experiencia, memoria y la voluntad de no apartar la mirada cuando la realidad se vuelve áspera.
Kunta K creció en Barcelona, en entornos donde la lealtad, la supervivencia y la constancia no eran discursos sino condiciones. Su música se ha construido de abajo hacia arriba, sin plataformas mediáticas ni estructuras de apoyo externas. Durante años formó parte de una escena subterránea donde el respeto no se medía en cifras, sino en coherencia. Esa base permanece: en "The Hustler 2030" no se habla por hablar, y cada verso responde a un lugar vivido.
La producción del álbum es sobria, de ritmos oscuros y espacios abiertos que permiten que la palabra respire. No hay excesos en la mezcla ni búsqueda de impacto superficial; la voz está delante porque lo que se dice importa más que el artificio. Las colaboraciones funcionan como extensiones naturales de vínculos reales, no como gestos estratégicos. Se comparte con quien estuvo, con quien vio, con quien sostiene.
El disco avanza por diferentes capas: en “Intro” y “Nada pido” se afirma una postura; en “Loco”, “Recorrido” o “Presa” aparece la lógica de la calle y sus códigos; “Sentencia” y “La bola gira” abren un espacio para la crítica a los relatos oficiales, a la manipulación mediática y a la fragilidad del consenso social; “Dueño” y “Leyenda” no glorifican, sino que recuerdan de dónde viene uno y qué se paga por sostenerse; “Mientras gira” y “Me quito” llevan el relato a un plano íntimo, donde aparece el peso de la ausencia, la pérdida, la culpa y la aceptación de que el ciclo continúa aunque duela.
No hay moraleja final. No se ofrece redención ni tragedia. "The Hustler 2030" es un disco que dice: el mundo no está ordenado, las certezas son frágiles, la dignidad se trabaja y cada quien carga con su historia. El gesto no es reclamar un lugar, sino ocuparlo con claridad y sin pedir permiso.
Con este trabajo, Kunta K se reafirma como una voz singular dentro del rap español: no por volumen, tendencia o visibilidad, sino por coherencia, presencia y capacidad de nombrar sin rodeos aquello que muchos prefieren simplificar.